Pues eso me pasa cuando hago piezas para una de mis motos, no me gusta hacer o copiar piezas. Ya sé que está todo inventado, pero que sería de mí si no me inspirara en los demás, si no hubiese aprendido de los que yo creo que son los mejores y llevan toda la vida trabajando ( aunque luego hago lo que me da la gana y las hago a mi manera ). Algunas veces me emociono por que creo que tengo una idea genial, pero solo tengo que buscar y al final resulta que ya está anticuada. Pero bueno, al final cuenta el resultado. Con esto no solo me refiero a las motos, si no que lo intento aplicar al trabajo, la familia, los amigos........vamos que mi vida es un constante ejercicio de aprendizaje.
Todo empezó con una revista que compraba mi hermano pequeño la "custom machines" que precisamente el otro día encontré más de 30 revistas desde el numero uno en adelante. De cuando esta revista se dedicaba al custom de verdad y no solo a las harley, eso sin menospreciar las harley ni a la revista, ahora he dejado de adquirir estas revistas porque siempre es lo mismo, como si el tope de un ¿customizador? fuese hacer una bigtwin de 3000cc con motor de harley y cara de cojones. Cuando hay por ahí "artistas" y motores, a los que no solo se dedican a juntar y montar piezas prefabricadas y por encargo. ¿que ha pasado con eso de utilizar las manos? ¿que hay de romperse la cabeza buscando un diseño? y no utilizando el ordenador pa tó. Creo que ya hay muchisima gente que se ha cansao de esta tendencia y vuelve a las manos. Vuelve al tio que sin pasta es capaz de construir una moto, poco a poco y como puede y encima rula. Me parece que esto no es cuestión de crisis si no de gusto y sentido común.
De pequeño, siempre se me han dado bien las manualidades, tuve problemas con compañeros y profesores porque pensaban que tenía demasiada ayuda en casa. Una herencia de mi padre, un tío que siempre ha querido ser el mejor en todo sin tener que pasar por encima del que tenía delante. Siempre ha demostrado que así ha sido y si no lo ha podido ser, lo ha admitido y ha intentado mejorar. Empezando por ahí y con ganas de aprender no me extraña que lleve el fuego que llevo dentro (o como quieras llamarlo), que crece y crece, no se como se puede parar, pero cuando reparo una máquina, hago una pieza o hablo con alguno de mis hijos y hago que aprendan o lo entiendan, consigo que no queme temporalmente. Ya se que esto suena a místico, ridículo o como lo quieras llamar o que lo que hago no tiene nada de especial, ¡¡¡eso ya lo sé!!!, pero hablo de la sensación que me produce, es algo que me hace falta. ¡¡¡¡¡Coño que pa eso es mi blogy pongo lo que quiero!!!!!
De toda la vida me han gustado las motos, todas las motos. Me acuerdo de ver a Angel Nieto, a Aspar, a Crivi, a Checa, Doohan....... vamos que pongo los que primero me vienen, pero no me saltaba una carrera, luego no me acuerdo de fechas, títulos, circuitos..... pero si me acuerdo de las ganas que me producía verlos subir y cuando se me ponían (y se me ponen) los pelos de punta haciendo adelantamientos imposibles o tenían un accidente.
No tuve mi primer ciclomotor hasta que a unos familiares de mis padres les molestaban dos montesas scorpio de 49cc, mi padre las llevó a un mecánico e hizo de las dos una y me dijo mi padre, ahí tienes moto. ¡¡¡¡¡Menuda putada!!!!!! todo el mundo con motos nuevas y yo con una clásica al insti. Eso sí llamaba la atención como nadie, ¡¡¡si tenía el escape por debajo del guardabarros y tó!!!, con esa moto me lo pasaba genial, entraba por cualquier sítio ya fuese monte, camino o ribazo, subia los escalones sin bajar de la moto, era una pasada, pero era un poco ridi, para la edad que tenía.
Mas tarde, con un dinerillo de un verano, trabajando como socorrista y vendimiando, me compró mi padre una Derbi Variant Sport. ¡¡¡Como molaba la moto!!!!!, todos iban con la Variant Start y yo con la Sport, no había otra igual, con ruedas de tacos, un cubre faros racing y tó. Tardé en modificarla, por lo menos lo que duró el rodaje. Le compré unos rodillos para el variador de nylon, y los taladré, ganó en salida, lo que pasaba es que andaba un poquito menos y le quité el filtro del aire, ya empezó a andar algo mas, pero se ahogaba en salida y se me ocurrió comprarle un carburador mas grande, con láminas de fibra, pero un error sin perdón, lo echó todo al traste, se coló una arandela en el cigüeñal y la jodí. Así que tuvo que ir la moto al taller, viela y cilindro nuevos ya que estaba, le pusimos un 65cc nuevo un gilardoni, el mejor en sus tiempos y un ZEN (un escape de competición). No se lo que tenía esta moto, pero andaba como un demonio, una de las veces detrás de mi hermano, yo con el coche y el con la moto, iva a 115km/h y mi hermano no es pequeñito que digamos. Partía los radios de la llanta trasera, los escapes, una de las veces le tuve que soldar el soporte del escape que lo había arrancao del chasis y me tuvieron que hacer por lo menos 1000 rodillos porque se los comía todos. Bueno así estuve hasta que me eché novia formal (mi mujer) y quise arreglarla para que ella pudiese llevarla sin percances. La descafeiné todo lo que pude y en la cochera se quedó, ella no se hacía a la moto. Esta se queda en la cochera para que, el día de mañana, sea lo que es ahora la montesa, una moto clásica concierto valor sentimental.
Me pegué una temporadilla sin moto, pero un día en el pueblo, en una de tantas conversaciones de motos con el marido de mi prima, me dice que tiene una GPZ 500 en el garaje que se la estaban llevando a piezas. Que si la quería que me la levara que le molestaba, no tardé mucho en pillarla, le hice unos arreglillos, un colín de fibra, unos escapes y pintura nueva, por no hablar del carter nuevo, encendido y colectores.
Na unos arreglillos de na, quedó genial, hasta pasé la ITV con ella, pero me dió miedo, pasé una temporada con la moto de un amigo, una gilera Nordwest y fuí cogiendo el tranquillo a la moto, entrar cruzado en curvas y rotondas, salir derrapando cruzado en las curvas....... cuanto mas le hacía mas me dejaba, claro que todo tiene un límite. Justo a tiempo me pidió que se la devolviera y continué con la mia, pero con el tiempo me habitué a hacerle lo mismo a la Kawa y poco a poco empecé a hacer el jilipollas por la calle y de jilipollas está lleno el cementerio y una noche en el trabajo de esas en las que no tenia na que hacer, la desmonté, era la única manera de no matarme con ella, ahora la tengo a piezas, algunas las he vendido y otras aún las tengo, esperando que se me encienda la bombilla y las monte en una de esas ideas que se me ocurren de vez en cuando.
